Los antibióticos solo se prescriben para infecciones bacterianas. El medicamento puede ayudar con diversas enfermedades e infecciones. Los antibióticos a menudo se usan para la cistitis, las infecciones de las vías respiratorias superiores e inferiores o la sospecha de enfermedad de Lyme después de las picaduras de garrapatas. Si los antibióticos se toman con demasiada frecuencia o de forma incorrecta, las bacterias pueden desarrollar resistencia al medicamento. Además, se deben tener en cuenta otros puntos importantes a la hora de tomar antibióticos y evitar los siguientes cinco errores.
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1. Antibióticos: la leche puede reducir su efecto
Algunos antibióticos pierden su eficacia cuando se combinan con leche u otros productos con alto contenido de calcio, como el yogur. Cuando el fármaco entra en contacto con el calcio, se forma un «grupo» molecular que no puede ser absorbido por la pared intestinal. Por lo tanto, el ingrediente activo no ingresa al torrente sanguíneo y permanece inactivo.
Esto se aplica, entre otras cosas, cuando se toma tetraciclina, un antibiótico de amplio espectro, que a menudo se usa en enfermedades infecciosas, y norfloxacina (infecciones del tracto urinario). Por lo tanto, debe haber al menos dos horas entre la ingestión y el consumo de productos lácteos.
Si no está seguro de si un antibiótico se puede combinar con productos lácteos, debe leer la etiqueta o consultar a un médico.
2. Tomar antibióticos y alcohol juntos
Si no quieres prescindir de un vaso de cerveza o vino a pesar de tener una infección, debes informarte bien antes de tomar antibióticos. Algunos ingredientes de los medicamentos pueden perder su efecto si bebe alcohol, porque el hígado descompone los ingredientes más rápidamente con el alcohol.
También pueden ocurrir efectos secundarios no deseados como náuseas, vómitos y dolor de cabeza. En los peores casos, son posibles taquicardia, problemas circulatorios e incluso un infarto. Los estimulantes son componentes de un antibiótico que bloquean una enzima específica (aldehído deshidrogenasa) que es responsable de la descomposición del acetaldehído tóxico.
Además, cuando el cuerpo se infecta, ya está débil y necesita descansar. El consumo de alcohol es una carga adicional para la persona afectada, que puede retrasar o afectar negativamente el progreso de la recuperación.
Advertencia: si el consumo de alcohol está permitido o prohibido, debe consultarse en el prospecto o aclararse por un médico o profesional farmacéutico.
3. Antibióticos: deja de tomarlos antes de tiempo
Quién no lo sabe: el antibiótico funciona después de solo tres días y los síntomas desaparecen. Se siente en forma y ya no ve la necesidad de continuar el tratamiento. Pero esto está mal.
La mejora no significa que las bacterias hayan desaparecido por completo. El resultado: resistencia potencial a bacterias residuales, lo que puede dificultar el tratamiento de infecciones posteriores.
La duración del tratamiento suele depender del principio activo. Para algunos antibióticos, tres tabletas son suficientes, para otros se deben tomar tres veces al día durante una semana. Se recomienda tomar la dosis prescrita. Si se producen reacciones alérgicas o no se observa una mejoría de los síntomas, también se debe consultar a un médico.
4. Antibióticos y píldoras anticonceptivas: se recomiendan métodos anticonceptivos adicionales
Los antibióticos en particular, que deben tomarse durante un período de tiempo más largo, por ejemplo en el caso de la enfermedad de Lyme o infecciones intratables, pueden anular el efecto de la píldora anticonceptiva. Las posibles enfermedades diarreicas también pueden afectar la eficacia de las píldoras anticonceptivas y afectar la protección anticonceptiva.
Si desea estar segura con una píldora anticonceptiva combinada y un antibiótico, debe consultar a un médico o usar métodos anticonceptivos adicionales, como condones, mientras la toma.
5. Tomar antibióticos sin consejo médico
Dado que los antibióticos solo son efectivos contra infecciones bacterianas, no se recomienda tomar tabletas viejas o sin usar por iniciativa propia. Esto no tiene sentido en una infección viral y puede provocar efectos secundarios no deseados. Los medicamentos que alivian los síntomas pueden ayudar con los resfriados o las infecciones similares a la gripe, y quienes los padecen también deben descansar y dormir con frecuencia.
Sin embargo, si los síntomas persisten durante más de cuatro a cinco días sin que mejoren los síntomas, se debe buscar atención médica.