El plumaje magnífico y cantor de los pájaros del sol de las tierras altas de África oriental difiere poco de otras especies relacionadas. Los investigadores concluyeron que los cantos de estas aves no han cambiado durante cientos de miles de años.
Los biólogos que trabajan con Rauri Bowie de la Universidad de California, Berkeley, estudiaron los cantos de seis especies diferentes de pájaros del sol del género Cinnyris, que viven aislados unos de otros en las regiones tropicales montañosas del este de África y, sin embargo, cantan y suenan de manera muy similar. Con base en las diferencias en el ADN, los investigadores determinaron cuánto tiempo estuvieron separadas las especies entre sí.
Y resulta que las desviaciones en el canto no están relacionadas con este período de tiempo. Los cantos de algunas especies son difíciles de distinguir, aunque los genomas sean diferentes. A partir de esto, los investigadores concluyeron que los cantos de estas aves en algunos casos apenas cambiaron durante unos 500.000 años, y tal vez incluso un millón de años. Sospechan que esto fue posible debido a las condiciones ambientales casi constantes durante este período.
Características como el canto y el plumaje no cambian necesariamente en el grupo aislado de aves, como se sabe por los dialectos divergentes de los humanos. Por lo tanto, ni los cambios genéticos ni los culturales parecen ser catalizadores automáticos de cambios en estas características. Este es un resultado sorprendente porque el canto y las plumas son características muy plásticas. El equipo ahora quiere investigar más a fondo los factores que contribuyen a que las aves canten nuevas canciones, y por qué otros se apegan a las canciones probadas.
