España también tendrá que ahorrar energía en los próximos meses. Sin embargo, esto no debería suceder a través de restricciones. La reducción de la dependencia de Rusia ahora beneficia al país.
MADRID – El gobierno español no quiere imponer restricciones al consumo de empresas y hogares por los altos precios de la energía, ni tampoco quiere dar consejos para la ducha.
«¿Debería decirles a las familias que se duchen con agua fría como lo hizo el gobierno alemán? No lo soñaría», dijo la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista con el diario español «El Mundo» (edición del lunes).
Por ejemplo, podrías imaginar campañas para «revivir viejos hábitos, como apagar las luces cuando no se necesitan o no encender la calefacción con demasiada frecuencia». El ministro del Gobierno de izquierdas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que «no habrá restricciones (al consumo de energía) para familias y empresas». España debe ahorrar energía, pero está «mejor preparada para la crisis que otros países».
Ribera comparó la situación de su país con la de Alemania para respaldar su optimismo. La ministra de Medio Ambiente ha destacado que España «no depende del gas ruso como Alemania, que también tiene que mantener en funcionamiento las centrales eléctricas de carbón», en referencia a los efectos ambientales negativos de la escasez energética. Además, Rusia también es uno de los principales proveedores de carbón. Cuando se le preguntó si Alemania no podía anticiparse a la situación actual, Ribera respondió: «Es sorprendente que nadie se dé cuenta».
España puso en marcha un plan de ahorro energético hace casi tres semanas. Además de otras medidas, todas las instalaciones públicas, como tiendas, cines, oficinas, hoteles, estaciones de tren, aeropuertos y la mayoría de las tiendas pueden enfriar sus instalaciones hasta al menos 27 grados. Con esta decisión y otras que se tomarán en septiembre, se pretende cumplir con los compromisos asumidos como parte del plan de contingencia de la UE. En consecuencia, España debería reducir su consumo de gas entre un 7 y un 8 %, mientras que la mayoría de los demás países de la UE deberían ahorrar un 15 %. dpa