Francia y España mejoraron sus relaciones con un tratado de amistad. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, firmaron en Barcelona un acuerdo para fortalecer la cooperación en materia de migración, defensa, política energética y juventud.
El Palacio del Elíseo de París habló de un «acto muy simbólico» – poco antes del 60 aniversario del tratado de amistad franco-alemana, que se celebrará el domingo. Sin embargo, el traslado a Madrid no tuvo ningún efecto en las relaciones con Berlín. Francia solo había concluido un acuerdo similar con Italia en 2021.
Juntos contra los subsidios de EE.UU.
Macron dijo que el desarrollo en ambos países no siempre ha sido paralelo a lo largo de la historia, pero hoy trabajan en estrecha colaboración. Europa se ve más afectada que otras partes del mundo por las consecuencias de la guerra de Ucrania y debe proteger su economía. El presidente francés dijo estar de acuerdo con Sánchez en que «tenemos que actuar con mucha firmeza». El presidente del Gobierno español ha añadido: «Damos la bienvenida a los esfuerzos de Estados Unidos para proteger el clima, pero esto no debería conducir a un declive de la industrialización en Europa».
Crece la preocupación en el continente de que las empresas industriales puedan migrar a los EE. UU., debido a un programa de 1.000 millones de euros del gobierno de Washington. Sus subsidios climáticos y créditos fiscales se relacionan con empresas que usan productos estadounidenses y los producen ellos mismos en los Estados Unidos. Francia se compromete a lanzar una estrategia de apoyo similar a la de la Unión Europea. Sin embargo, no está claro cómo se financiará. El gobierno alemán ha rechazado hasta ahora los programas financiados con deuda.
Socios y competidores
Macron y Sánchez estuvieron acompañados por ministros de ambos lados que firmaron una serie de otros acuerdos. Se eligió Barcelona como lugar de firma porque desde allí se construiría un gasoducto de gas e hidrógeno a Marsella. El proyecto muestra que ambos países de la Unión Europea no solo son socios en la cooperación, sino también competidores: originalmente, esta línea debería haber cruzado los Pirineos, pero Francia se mostró reacia a hacerlo. Luego, los países vecinos acordaron con Portugal un oleoducto que atravesaría el mar Mediterráneo hasta Marsella. Mientras el gobierno de Madrid confía en el hidrógeno verde, París sigue favoreciendo la energía nuclear.
España, por su parte, ha querido utilizar el lugar de la cumbre para demostrar que el conflicto con Cataluña se ha calmado. El socialista Sánchez, que ocupa el cargo desde 2018, ha buscado el acercamiento a la región, donde hay un fuerte movimiento independentista. Sin embargo, varios miles de separatistas catalanes se manifestaron al margen de la reunión de altos cargos políticos.
jj/qu (dpa, afp)