Imagina escuchar un silbido, un zumbido, un siseo o un silbido constante en tu oído, incluso por la noche cuando quieres dormir. Con el silencio, los sonidos fantasma se vuelven aún más molestos. Casi una de cada cuatro personas experimentará el coloquial «zumbido en los oídos» durante su vida. Al menos eso es lo que informaron, y aquí radica el problema: ha habido una falta de un método de medición objetivo hasta el momento. Porque con pocas excepciones, donde incluso los extraños pueden escuchar los silbidos, solo los afectados son conscientes del ruido. Un criterio objetivo no solo será importante para determinar el padecimiento, sino también para poder desarrollar mejores tratamientos para los acúfenos. Esta es la única manera de medir el éxito del tratamiento.
Científicos del Karolinska Institutet de Estocolmo, entre otros, han podido demostrar ahora queLa llamada respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR) es un método probado para diagnosticar el tinnitus crónico. Similar a un EEG, los electrodos se colocan en el área de la frente. Luego se mide la actividad eléctrica en las regiones del tronco encefálico de la vía auditiva a medida que los sujetos perciben los sonidos.
En el caso del tinnitus, se supone que los potenciales medidos de esta manera han cambiado, en términos de su fuerza y/o tiempo de ocurrencia. Sin embargo, este procedimiento no es nuevo. Sin embargo, hasta ahora los investigadores han estado en desacuerdo sobre si el ruido crónico del oído puede detectarse de forma fiable de esta manera y qué ondas generadas en el tronco encefálico son útiles como biomarcadores: ¿las señales eléctricas del nervio auditivo son oliva? ¿Núcleos o tal vez del colon inferior?
El equipo de Christopher Sedruth realizó el estudio más grande hasta la fecha. Los investigadores reclutaron un total de más de 400 personas evaluadas, la mitad de las cuales reportaron varios grados de tinnitus, mientras que la otra mitad no reportó tales síntomas. Usando el ABR, los científicos pudieron demostrar que los potenciales del tronco encefálico de aquellos que se quejaban de un zumbido constante en sus oídos diferían de aquellos que solo escuchaban ruidos ocasionales o que no escuchaban nada.